Mis manos vienen a contaros la historia de una sultana, una muchacha nacida en la antigua capital del Califato Omeya de Qurtuba, que como muchos otros, huyó, y fue acogida en la embrujada medina de Gar-anat. Sus delirantes viajes le hizo llevarnos a formar parte de los Siete contra Tebas, con él soñamos que torcemos la pluma de Eurípides, porque casi todas las tragedias griegas tienen nombre de mujer, porque Penélope en la Odisea calla y teje, porque querían que vinculáramos locura y Medea, porque "in ecclesia, mulieres tacent". Con la verdad en una mano y su poesía en la otra, salió al escenario entre los murmuros de los que aún se sorprendían de ver a una mujer entonar una batalla, éstos se convirtieron en silencio cuando soltó su primera frase "Tenían que venir dos tías a arreglar esta chapuza...". Hasta que nos vimos en mitad de esa barricada con Anclas, haciendo comedia del esperpento, aprendiendo a llevar el cuchillo de cristal en el bolsillo, danzando en la tapia donde fusilaron a nuestros muertos, marcándonos a fuego los versos que liberan nuestro espíritu y encadenan nuestro corazón.
Gata Cattana es una poetisa del siglo XXI, puedes encontrarla entre un slam de poesía o un escenario rapeándote alguna de sus historias. Desde el primer instante que la escuchamos en ese Tributo, desde el primer momento que la sentimos en directo creímos enorme su potencial, hoy la tenemos bailando sobre ritmos de BobbyP, y subiendo por los peldaños de una escalera que fabricó con sus propias manos.