Meternos tras las bambalinas es una de las sensaciones que buscamos en la música actual, queremos cruzar el telón y escuchar un canto sincero y natural sin el espectáculo que se da de cara a los focos. Queremos sentir cómo nos rajan el pecho y nos penetra la luz que guardan tras la sombra de su fachada. Que sus cuerdas vocales vibren, porque les ha llegado un mensa desde el alma o desde sus más de cinco sentidos.
Hoy nos desperezamos en Sevilla guiados por el rastro de fuerza vital de Supersónika, una joven promesa que camina descalza mostrándonos sus entrañas, pues así fue nuestro primer contacto con ella, desnuda a través de a cappellas. Durante el año pasado no dejó de regalarnos eso que ansiábamos, espacios de naturalidad y sencillez, y por mérito propio fue ganándose un hueco en los oídos de muchos. Pero éste ha sido su año, ha creado Musgo, tres cortes que nos hacen nacer como la raíz, surgir de la tierra y crecer hasta el cielo. Después vino Música del Alma, con Rubio Druida al toque, un proyecto en el que las ramas florecieron y con el que sentíamos el proceso de creación no pararía ahí. Esas ramas darán sus frutos, Fugaz, un nuevo proyecto que vendrá de la mano de Supersónika y Rubio Druida al estilo que nos tienen acostumbrados: espontaneidad, sentimiento, humildad y muchas vibraciones.
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